Hotel Hacienda El Santiscal | Historia

Nuestra historia es muy similar a la de tantos otros que un día, en algún momento, decidieron seguir sus sueños...

Allá por los años 80 y después de haber estado trabajando en el extranjero, decido volver a casa, pero esta vez acompañada de mi marido, al cual encontré en Londres.

Cuando llegamos, todo fueron dificultades; muchos años fuera, ya no tenía contactos, los compañeros o amigos de carrera estaban desperdigados y cada uno haciendo su vida, mi marido no hablaba una palabra de español, y yo, para empatar, a punto de dar a luz!! Así que con lo poco que habíamos ahorrado, decidimos que había que hacer algo y junto con mi familia, que siempre nos apoyó, alquilamos un local en el centro del pueblo y montamos un pequeño mesón.

Ni que decir tiene, que no teníamos ni idea de hostelería, ni de cocina, ni de nada que se le pareciese, yo Técnico en Turismo y mi esposo, Licenciado en Lenguas Semíticas; en fin!!,  unos años duros que nos hicieron aprender muchas cosas, tanto a nivel profesional como personal y que hoy con los años, entendemos que fue la antesala de lo que venía después.

Mi ilusión seguía siendo trabajar en lo mío, es decir en el mundo del Turismo y después de muchas vueltas (guía intérprete, directora de hotel, de agencia de viajes, de oficina de turismo, de OPC, etc.), como por casualidad, me hablaron de que había un lugar en las afueras del pueblo, que estaba casi en ruinas, que lo querían alquilar a alguien que tuviese ganas de embarcarse y después de una primera visita, surgió el amor a primera vista, nos habíamos enamorado!!!.
Ya para siempre mi vida iría ligada al Santiscal, y por ende, no solo la mía, sino la de mis hijas y la de mi marido.

Con pocos fondos, con muchas ilusiones y ganas de trabajar, emprendimos nuestra nueva vida, metiendo en cajas de cartón todos nuestros libros, ropas y demás enseres personales; además de todos los muebles que habíamos ido adquiriendo con los años y nos trasladamos a ese caserón de más de 1.900 m2, que estaba en el campo, a 5 kilómetros del pueblo, donde por las noches solo se oía el ruido del silencio.

Repartimos los muebles como pudimos, ya que inicialmente no teníamos dinero para comprar nada para el futuro negocio y nos metimos toda la familia en una habitación que eran las antiguas dependencias de los guardeses, sin armarios, sin mesas ni sillas, solo una cama y dos literas al fondo para nuestras hijas, suelo de cemento, mucha humedad, etc…, pero que, al fin y al cabo, ciegos por la venda del amor, nos parecía que no era tan malo y que todo se arreglaría.

Pasaron los años, días y horas de sacrificio, jornadas de trabajo de 24 horas (no había dinero para empleados), lucha continua, pero siempre con el mismo tesón e ilusión y al fin¡, después de cinco años empezamos a ver los primeros resultados...., empezamos a crecer, a recoger los frutos de lo sembrado y hoy, con 15 años nuestro establecimiento abierto (fuimos de los pioneros en el Turismo Rural), reconocidos por las más prestigiosas guías especializadas de todo el mundo, miembros de la Federación Europea de Alojamientos Históricos, y galardonados en múltiples ocasiones ( no en vano hemos sido merecedores del 2007 Conde Nast Johansens Award, como el Mejor Hotel Europeo en Relación Calidad-Precio recogido en Londres) ,  tenemos la certeza de que no nos equivocamos cuando en el año 1995 nos enamoramos de este maravilloso edificio singular del S.XV, aunque la historia de nuestro romance no acaba aquí!!., aún, si Dios quiere,  nos quedan muchos años y...Continuará.

Francisca y Hussein
(los propietarios)